Nuestra historia empieza en una clase de Suecia a finales de los años 90. Suecia ha estado siempre a la vanguardia de la digitalización y esto está empezando a influir en la educación. Una vez alguien dijo: «todo lo que se pueda digitalizar, se copiará y se podrá copiar«. Internet facilitaba el copia y pega de los textos de las asignaciones y los profesores sentían que dedicaban demasiado tiempo a detectar o descartar el plagio. Tiempo que se podría haber empleado mejor en ayudar a los estudiantes, preparar clases o investigar.
Esto llevó a una reflexión interesante. Si éramos tan buenos creando herramientas para plagiar, seguramente podríamos utilizar los mismos avances tecnológicos para ayudar a detectar y evitar el plagio.
La alternativa, para no tomarla en serio, nunca fue una opción. Independientemente de si el plagio se producía de forma intencionada o no, afectaba a la educación y desarrollo de cada persona de forma negativa.
Por lo tanto, el claustro de profesores y los desarrolladores se unieron y, con la entrada del nuevo milenio, crearon lo que hoy se conoce como Urkund, un sistema automático que, de forma rápida y sencilla, comprueba si un texto es sospechoso de contener plagio.
Hoy en día, dos décadas después, este sistema ayuda a profesores de todo el mundo a evitar el plagio de forma pedagógica. Ayuda a los estudiantes a trabajar con referencias, a investigar de forma correcta y a desarrollar su propio pensamiento, en lugar de copiar el de los demás. Volviendo al reto original, permite a los profesores enseñar haciendo parte de su trabajo por ellos. En Urkund queremos sacar lo mejor de las personas y creemos que con un enfoque de coaching para evitar el plagio contribuimos a un mundo más original e innovador.
Con el tiempo hemos aprendido que no todas las herramientas de coincidencia de texto son benévolas; de hecho, hay muchas que incluso las utilizan usuarios pícaros para que no les pillen copiando. Nuestro enfoque sigue siendo el mismo, queremos ser los coaches que necesitan profesores y alumnos. Un coach que ayude a los profesores a enseñar y a los alumnos a aprender. Un coach que pueda ayudar a los investigadores a transcender los límites. Un coach de integridad académica y la celebración del pensamiento original.